21 oct 2024

DESDE UCRANIA: ID E INVITAD A TODOS AL BANQUETE

Las misioneras de la congregación de Santo Domingo escriben desde su Misión María Madre de Dios, en Kiev. Tres años después del inicio de la guerra de Ucrania... 
Queridas hermanas, y los que os interesáis por nosotras, y por esta misión, que con vuestra ayuda vamos pudiendo llevar a cabo, buscando la paz, y haciendo también de la Paz, nuestra Esperanza.
Al recibir el lema del DOMUND de este año, Id e invitad a todos al banquete, aquí en Kiev, ahora que vamos a completar tres años de guerra, la situación es cada vez más complicada, las alertas y cortes de red eléctrica e Internet más frecuentes. Continúan ataques a objetivos civiles, incluso a hospitales de niños. Ahora, los ánimos no parecen estar tan vivos como estuvieron y el sufrimiento de las personas se prolonga de manera indefinida. Otras veces gente cercana y querida muere o la declaran desaparecida, y cuando ya vas aceptando ese dolor, llega la noticia de otra muerte y no dejas de preguntarte a veces como el salmista: ¿Dónde estás, Señor? ¿Cómo estás presente, en esto que vivimos? ¿A que banquete invitamos, Señor?

Sabemos que Dios nos ama, que no se olvida de que nos llamó por nuestro nombre, y continúa
invitándonos a una vida plena, dada, entregada que se va haciendo con la suya, historia de Salvación.
Y cuando el dolor y la muerte, van dejando más niños huérfanos, niños que conocemos, que nos miran con sus ojos inocentes y sus caritas tristes a las que a veces tarda en volver la sonrisa, entonces, la Palabra de Vida, renace en las nuestras con más convicción, de que toda vida, todo en la vida, tiene más un para qué, que un por qué. Y nuestro lema de este año reafirma esa confianza:
“Confía en el Señor, se fuerte, ten valor, espera en el Señor”. (Salmo 27, 31) Rezadlo por nosotras y con nosotras, recordando a los que ya están participando en el banquete con el Señor y a los que aún sufren torturados, secuestrados, desaparecidos, aquí y en tantos lugares.
Nuestro “Id e invitad” es estar vigilantes y atentas para descubrir lo bueno, lo esperanzador.
Literalmente los “Gozos y esperanzas” de los que nos habla el Concilio Vaticano II. Compartir
nuestra experiencia de fe, en un contexto interreligioso o no creyente, nos depara sorpresas y somos con frecuencia interpeladas, a profundizar el sentido de lo que vivimos. Unos con otros nos hacemos esperanza y las evangelizadoras, recibimos el Evangelio vivo.
Incertidumbre de la guerra, necesidades y gratitud de la gente.
Aprovechamos los encuentros, para tejer relaciones que se van transformando en grupos de colaboración, de los que os enviamos información. Nos escribe Mila, una de nuestras colaboradoras quien nos dice en un correo:
Os envió información del reparto de comida en Komarovska gromada, (ahora se llaman así a las nuevas unidades administrativas de un conjunto de pueblos, que se van vaciando por la guerra, o porque se va alejando a la gente de los frentes de fuego).
Son paquetes que reparte la asociación Tiempo para nosotros, como ayuda entre los desplazados o a los que quedan en este conjunto de pueblos. Se ha podido ayudar a Samoiliuk, que tiene 3 niños a su cargo, uno de ellos discapacitado; a Vyshniak que no tiene padres; en Kozins a desplazados internos de Chuhuiv de la región de Kharkiv, huérfanos al cuidado de su abuela; a Tatarchuk Ivan:
un niño discapacitado y huérfano, y a muchos otros. Al estar en Tarashcha, con los bombardeos tuvimos problemas de agua y de electricidad. Un edificio bombardeado se desplomó y causó 15 heridos. Todo ha quedado arruinado y, no se puede vivir allí.
2 Yo empecé a valorar mucho la vida, y también a pensar que podría pasar con mi madre o conmigo con estos bombardeos.
Hace poco, una niña de 15 años ha tenido una bebé: le hemos ayudado en el hospital para el parto, le hemos comprado comida, lo necesario de la farmacia y alguna ropa para el bebé. Ludmila, de la fundación que ayuda a la gente de tercera edad, vino a visitarla y trajo muchas cosas, incluido un carrito. El pueblo está un poco alejado, pero hay que ayudar a esta chica y visitarla. Es muy joven y necesita que se la acompañe, para que a sus 15 años pueda ser una buena mamá. Hay dificultades para hacer llegar los paquetes sociales porque al hacerlo con bicicleta se pueden llevar pocos. Hay que esperar a encontrar coches que se los puedan acercar a las casas, y esos días son de verdadera fiesta. ¡Las personas con invalidez, os lo agradecen mucho!
Galina, la presidenta, de la asociación “El tiempo para nosotros” de Nizhyn, ha preparado una
fiesta el día 03.10.24. Se han comprado algunos “souvenirs” para los premios de los poemas,
canciones y cuentos de ese día. Esto le gusta mucho a la gente y es una manera de expresar los
sentimientos, de compartir lo que vivimos unos y otros y así distraerse de la guerra.
Situación más cercana
Los heridos y desplazados internos continúan llegando a Kiev desde las líneas de combate y ciudades fronterizas. Las actividades humanitarias, se van realizando no sólo por las iglesias y distintas asociaciones, sino que incluso las embajadas, dan apoyo y ayudan al conocimiento entre las ONGs para fortalecer la labor humanitaria. Nuestra embajada española nos ofreció una reunión para conocernos y en la fiesta del 12 de octubre, también contactamos con otra ONG que nos visitó en casa, con la que compartimos intereses y nos dejaron, una imagen de la Virgen del Pilar y la promesa de colaboración. También hemos tenido la visita de la dominica sor Lucía Caram acompañada de uno de los asesores del Papa, de un grupo de guardias de frontera y del Cónsul de España, Manuel Baena. Estos momentos de compartir misión y Evangelio son una gracia especial de Dios.
Las familias, tienen difícil mantener vínculos significativos por las separaciones propias de la guerra, muertes, desapariciones, consecuencias físicas y psíquicas debidas a los ataques, soledad, miedos y separaciones. Cada vez hay más viudas y huérfanos, necesitados de ayuda y acompañamiento. A veces es difícil saber si la persona está muerta o desaparecida, y en este último caso, hace falta mucho valor y esperanza para establecer líneas de búsqueda, y no dejarse llevar por el desánimo, el dolor y la impotencia.
El muro de la Iglesia de San Miguel, con sus cúpulas doradas, se ha ido llenando de fotos de tantos que han dado su vida por defendernos. Hay muchos otros, héroes desconocidos, trabajadores que nos hacen posible en la ciudad la vida cotidiana. Se trabaja el campo, a veces con artefactos caídos del cielo, con el peligro de minas o granadas enterradas, y continúan sembrando y trabajando, dándonos el pan y ahora las patatas para el próximo invierno que será duro.
En la Casa de los niños y con todos: Signos de esperanza Ser dominicas de la Congregación Santo Domingo y vivir con niños es querer hacer de nuestra casa un lugar de serenidad y calma, un lugar pacífico, pacificado y pacificador. Es intentar revivir cada día la esperanza, aprender con ellos a ser centinelas, a ver un poco del mundo que nace con ellos, con
nosotras y con otros. Acostumbradas a programar, planificar y a hacer cronogramas, vamos
aprendiendo a hacer micro planes y plan B, en completa incertidumbre no solo en el futuro, sino en el día a día, según se suceden alertas e inconvenientes con los que hay que caminar ahora. Y a pesar de todo tenemos monitores, hemos tenido reuniones de padres, las clases se van dando, preparamos los teatros de Navidad, ya hemos empezado el deporte…
Aprendemos de los niños a vivir la alegría, de los “pequeños-grandes momentos” que sus ojos
frescos ven: damos gracias a Dios por la luz y el sol, la lluvia, las estaciones, la belleza del otoño, por sentir el aire que juega con las flores, sentir que estamos vivos, por el huerto que nos permite disfrutar de los tomates, pepinos y pimientos que tanto nos alegran en la comida, damos gracias también por la apertura enfrente de casa de la pizzeria “Dominó” que nos permite hacer pequeñas fiestas en momentos especiales.
Su nueva fragilidad y sus miedos, a perder la presencia y el apoyo de sus padres, abuelos y otros familiares, nos hace receptivas, sensibles a su dolor, a sus cambios de humor, a su poder de recuperación. Pero todo es poco cuando el dolor golpea, como esta semana nos ha pasado con Sofía, una niña de 12 años que estuvo con su mamá y con nosotras, en el tiempo de acogida de refugiados en nuestro colegio de Sotrondio y ahora aquí. Recibimos primero la noticia de la muerte de su papá, un alto responsable militar, aunque ahora lo dan por desaparecido. Parecía que ella lo presintiera, porque desde unos días antes, estaba triste y preocupada. ¡Qué necesidad sentimos de Dios, siempre, pero sobre todo en momentos como este! El ¡Consolad a mi pueblo! bíblico se hace presente con fuerza en nuestro acompañar ahora la fe.
La Eucaristía, banquete y presencia es nuestro preciado tesoro. ¿Qué haríamos sin él? Necesitamos rezar lo que vivimos, pasarlo muchas veces por el corazón, y por el corazón misericordioso de Dios, para continuar amando.
Hemos podido recuperar la celebración de la Eucaristía de la Comunidad Hispana. Poco a poco nos vamos encontrando alrededor de la presencia de Jesús. El domingo pasado éramos doce, de nueve nacionalidades hispano hablantes y celebramos la misa de funeral por Conrado, un soldado colombiano muerto en el frente.
Con nuestra presencia aquí queremos ayudar a sostener la esperanza en estos tiempos revueltos, y así como en la “casa de la abuela” se reúne la familia, que en la nuestra sigamos compartiendo la VIDA alrededor de un plato de lentejas o un café, y que nuestro Dios consolador nos bendiga a todos.
Para todo esto contamos con vosotros y con vuestra oración que nos sostiene cada día.
Un abrazoAntonia, María Jesús y María

15 oct 2024

Carta del Sr. Obispo de Astorga. Domund 2024

 El Obispo de Astorga

ID E INVITAD A TODOS AL BANQUETE. DOMUND 2024

El lema que el Papa Francisco propone para la Jornada Mundial de las Misiones 2024 –“Id e invitad a todos al banquete”- está tomado de la parábola evangélica del banquete nupcial (Mt 22, 1-14). Esta parábola le sirve al evangelista para promover la comunión en unas comunidades en las que se alzaban barreras consistentes entre judíos y paganos conversos. Incluso después de haber entrado en la comunidad cristiana, muchos judíos mantenían la costumbre de no sentarse en la mesa con los paganos.
Jesús compara el reino de los cielos con un rey que celebra el banquete de bodas de su hijo y envía a los criados a llamar a los convidados. Ni la primera vez, ni la segunda, le hicieron caso, así que los envió por tercera vez: “Id ahora a los cruces de los caminos y a todos los que encontréis, llamadlos a la boda” (Mt 22, 9). Así lo hicieron, sentando a la mesa a malos y buenos.
La parábola destaca algunos elementos importantes de la evangelización. El núcleo de la misión está expresado con el imperativo “id”. Hay que anotar que los criados ya habían sido enviados a transmitir el mensaje del rey a los invitados otras dos veces. Esto significa que la misión se define por una salida incansable al encuentro de todos para invitarlos a la comunión con Dios. En último término, la misión refleja el anhelo divino de encontrarse con el hombre para invitarlo a participar de la bienaventuranza del Reino, a pesar de sus continuos desplantes.
Este anhelo divino se hace patente en Jesucristo, el buen pastor, enviado por el Padre para ir en busca de las ovejas perdidas, no sólo del pueblo de Israel, sino de todas las razas y naciones. Y éste es también el anhelo de una Iglesia misionera: ir incansablemente más allá de cualquier frontera para cumplir la misión que el Señor le encomienda.
Desgraciadamente, muchos bautizados dejan esta responsabilidad en manos de las personas de especial consagración, ignorando que todo cristiano está llamado a participar en esta misión universal. En efecto, toda la Iglesia ha de salir con su Señor y Maestro a los cruces de los caminos. Ojalá la celebración del DOMUND 2024 nos impulse a una salida, a una misión renovada.
Unido al imperativo “id” camina el de “llamad”, invitad. Los invitados enviados por el rey transmitían su invitación con respeto y amabilidad, marcando así un estilo. La primera nota de este estilo renovado ha de ser la alegría; junto a ella han de ir la cercanía, la compasión, la ternura, la magnanimidad, la benevolencia, pues sólo así transmitiremos el amor y la pedagogía de Dios.
Hay que subrayar también el sentido de la llamada: participar en el banquete de bodas de su Hijo, banquete que es imagen de la salvación definitiva en el Reino de Dios que ha comenzado ya con la encarnación de Jesucristo. Como dice el Papa Francisco, “mientras el mundo propone los distintos “banquetes” del consumismo, del bienestar egoísta, de la acumulación, del individualismo, el Evangelio, en cambio, llama a todos al banquete divino donde, en la comunión con Dios y con los demás, reinan el gozo, el compartir, la justicia y la fraternidad”.
Esta invitación al banquete escatológico está íntimamente vinculada a la invitación a la mesa eucarística. Indudablemente, vivir la Eucaristía con toda intensidad y en todas sus dimensiones, hará que se acreciente en nosotros el ardor misionero, tan urgente en nuestra Iglesia.
+ Jesús, Obispo de Astorga

26 ago 2024

DOMUND 2024: ID E INVITAD A TODOS AL BANQUETE

A veces da la impresión de que seguir a Jesucristo es como un castigo o una exigencia que pesa sobre los hombros de los cristianos. Y en el Evangelio, el Señor, para explicar a lo que quiere llamarnos, habla de ¡un banquete de bodas!
Ser seguidor de Cristo es haber escuchado al Señor, que nos invita a entrar en su morada para celebrar con nosotros una gran fiesta, en la que no falta de nada: buen vino, comida abundante, bailes, risas, compañerismo, amistad… Jesús quiere que participemos de su alegría, de sus riquezas, de su amor…, y, ¡encima, ponemos pegas y condiciones!
Pero no es solamente eso: es que quiere contar contigo y conmigo para animar a otros a que se unan a su gran banquete. Sí, quiere que los bautizados sintamos la alegría de poder ayudar a otros a encontrarse en la mesa con el Señor, y hacernos a nosotros, pobres hombres, partícipes de su generosidad para con todos.
Jesús ha venido a este nuestro mundo para que la persona, de cualquier condición, raza, color, situación social…, pueda descubrir el verdadero motivo de la alegría capaz de hacer superar las dificultades y las cruces, pequeñas o grandes, que cada uno de nosotros hemos de llevar. Por eso, en el Evangelio, el Señor nos interpela: “Id”, no os quedéis contemplándoos a vosotros mismos, no os encerréis en la autocomplacencia de tener una buena comida y compañía. ¡Salid!, buscad a quien todavía no ha encontrado el verdadero sentido de su vida y de su vocación. Como tanto le gusta decir al papa Francisco, ¡sal de tu autorreferencialidad!
“E invitad a todos al banquete”; salgamos a hacer que los hombres y mujeres de hoy tengan la oportunidad de descubrir que el Señor les llama, les invita, les ama. Como Jesús hace con nosotros, no forzamos, no presionamos: les invitamos como quienes saben de lo que el corazón del hombre está necesitado, y les mostramos la belleza de lo que Dios tiene preparado para cada uno.
“Id e invitad a todos al banquete” (cf. Mt 22,9). Esta frase es la que el Papa ha elegido como lema para el Domund de este año 2024. Y es un lema precioso para entender, por un lado, la vocación cristiana al apostolado, a la misión. Porque todos somos discípulos misioneros. Pero, por otro lado, también nos hace descubrir la razón por la que la Iglesia existe y es necesaria hoy: para invitar a todos los hombres del mundo a entrar en el palacio maravilloso que Dios ha preparado para nosotros; y así, nos emocionamos y nos alegramos cuando vemos el esfuerzo que la Iglesia está haciendo por llegar a los sitios más recónditos de este mundo nuestro.

Este lema, nos ayuda a los que vivimos nuestra fe en España a sentirnos nosotros misioneros también, acompañando, rezando y apoyando la labor de las consagradas, obispos, laicos, sacerdotes que en tierras de misión se esfuerzan cada día para invitar a quienes todavía no conocen a Dios a entrar en su banquete. El Domund es la oportunidad que tiene la Iglesia para recordarnos a todos los bautizados la suerte que tenemos —que no debemos vivir como una carga— de poder sentir el peso de la evangelización de la Iglesia en tantos países, zonas o pueblos en los que Cristo todavía no es conocido, todavía no es experimentado como una bendición.
Y este lema, además de recordarnos esta bonita exigencia de nuestra vocación, nos habla también de la eucaristía. Porque el banquete al que Jesús nos está invitando no es solo el cielo, al que queremos llegar cuando nos toque y en el que queremos encontrarnos con todos los hombres y mujeres que le han amado. Ese banquete se hace presente ya, también, en nuestra vida mortal, en nuestro mundo actual. El Señor quiere invitar a todos a participar del banquete de la eucaristía, en el que Él mismo se nos da como alimento, como manjar, como viático para la vida eterna.
Qué bonito es lo que hemos experimentado todos: ver la ilusión, el entusiasmo, la cara de sorpresa de los niños que reciben por primera vez la comunión. Esa misma ilusión, esa misma inquietud la tienen los hombres y mujeres que se encuentran con Cristo Eucaristía por primera vez, y descubren, con asombro, que Dios mismo se les da en esa comunión como alimento.
Los misioneros están invitando a todos con los que se encuentran a entrar en el banquete en el que Cristo renueva su sacrificio salvador, y así abren las puertas del cielo para que todos ellos entren en el banquete que nunca acaba, en la fiesta para la que todos nosotros fuimos creados y pensados por Dios. Siéntete enviado también tú a esta preciosa misión de la Iglesia, y apoya con tu oración, con tu sacrificio ofrecido y con tu donativo a que muchos hombres y mujeres ¡entren en el banquete de Dios!
José María Calderón
Director Nacional de Obras Misionales Pontificias.

1 jul 2024

400 sacerdotes, el fruto de los 25 años de un seminario de Costa de Marfil

OMPRESS-COSTA DE MARFIL (28-06-24) Este mes de junio, Mons. Jean-Jacques Koffi Oi Koffi, obispo de San Pedro, una de las 15 diócesis de Costa de Marfil, ordenaba 35 diáconos durante la misa en la que se celebraba también el 25 aniversario de la creación del Seminario Teológico de Nuestra Señora de Lourdes en Guessihio.
Esta celebración, que tuvo lugar el sábado 8 de junio, formó parte de los actos que clausuran de las bodas de plata de este seminario. Un año jubilar que haa permitido dar gracias a Dios por el hecho de que, desde su inauguración, el 2 de noviembre de 1999, hasta hoy, más de 400 sacerdotes han sido formados en este seminario dedicado a la Virgen de Lourdes. El seminario cuenta en la actualidad con 95 seminaristas que estudian Teología y se ordenarán en los próximos años.
     Las Obras Misionales Pontificias –en concreto la Obra Pontificia de San Pedro Apóstol para las vocaciones en países de misión– impulsaron hace 25 años el proyecto de este seminario en Costa de Marfil con ayudas para las diversas fases de construcción que han durado varios años. La primera fase, con un coste de 100.000 dólares, construyó las habitaciones para los seminaristas y las de los profesores, y una sala para reuniones que hacía las veces también de capilla, además de varias aulas.          Una segunda fase, que se construyó en 2007 y 2008 con 108.500 dólares, dio la oportunidad de ampliar las aulas y las habitaciones. La tercera fase en 2011, con 80.000 dólares, terminó de construir las instalaciones del seminario que se habían quedado pequeñas. Se pensó inicialmente que acogería 50 jóvenes, solo los estudiantes de Teología que llegaran de las diócesis marfileñas, y el hecho es que ha acabado acogiendo el doble...

21 jun 2024

Delegaciones de Misiones y Direcciones diocesanas de OMP

Son muchas campañas porque las necesidades son muchas, pero nadie te obliga a colaborar.

Hay muchas personas que todavía no saben distinguir bien las funciones de las Delegaciones de Misiones y las Direcciones Diocesanas de Obras Misionales Pontificias en las diócesis,  de otras entidades relacionadas con la Iglesia que se dedican a la Caridad. 
En nuestro caso, las delegaciones y direcciones de OMPs están para ayudar a las comunidades, iglesias, seminarios... que se encuentran más más necesitadas en el mundo. Es verdad que no somos una ONG… no damos “directamente” de comer al hambriento ni de beber al sediento porque…
Nuestra “misión” es ayudar en las iniciativas para propagar el mensaje de Jesús: el Evangelio. Pero no nos engañemos... su MISIÓN, y eso es lo también hay que tener claro, es ayudar a los misioneros en sus proyectos de desarrollo, programas pastorales, programas de salud y proyectos educativos. Porque ellos siempre llevan el Evangelio en una mano y la Caridad en la otra.
y nosotros... ¿Qué podemos hacer?
Nuestra “misión” , es ser misioneros en nuestros entornos y ayudarles cuando necesitan proporcionar educación y alimentación a la infancia, a los ancianos, a esos padres y madres que no ven salida a sus problemas. Ayudar a diócesis nacientes o sacudidas por guerras, revueltas o hambrunas. Ellos, nuestros misioneros, dirigen hospitales, dispensarios, escuelas de formación docente y vocacional...
Vocacional sí, seminarios y noviciados, porque en esos países no los hay, porque si los hay, no tienen como sostenerse y porque, en esos países. las vocaciones no tienen ayuda de nadie, los sacerdotes no tienen sueldo y las religiosas viven de las limosnas y ayudas que les llegan desde países como el nuestro, que por cierto es muy solidario.
Nuestros misioneros, los sacerdotes, religiosos y religiosas a los que ayudan, promueven también iniciativas de justicia y paz, proyectos de empoderamiento para las mujeres. Visitan prisiones, rehabilitan a niños soldados, cuidan a enfermos de todo tipo (la lepra todavía existe)... y, sobre todo, ofrecen consuelo y amor a los desheredados de la tierra.
Nuestro objetivo es ayudar en la promoción del crecimiento espiritual de las zonas donde tienen sus misiones con campañas como la del Domund, pero también al fomento de su desarrollo humano.
La campaña de la Infancia Misionera está orientada a sensibilizar a los niños desde muy pronto en este sentido, ellos deben entender la suerte que tienen al haber nacido en un país como el nuestro,  y deben “aprender” a ser pequeños misioneros y a “sacrificarse” por otros niños que no tienen la suerte de contar con una iglesia, con su escuela y sus maestros, dispensarios con médicos y enfermeras… centros de promoción social y cultural para ellos y sus madres…deben aprender a dejar sus pequeños egoísmos y ser solidarios.
Para lograr estos objetivos, tenemos que confiar en la humanidad y generosidad de los donantes que nos apoyan, que cada vez son menos, y en la dedicación de los hombres y mujeres que trabajan junto a nosotros y que tristemente son muy pocos.
Sin el apoyo de voluntarios, donantes y benefactores, es muy difícil llevar a cabo nuestros proyectos y actividades diocesanas. La campaña de Vocaciones Nativas, que apenas tiene colaboración en nuestra diócesis se realiza para ayudar a esos jóvenes que quieren ayudar y ponerse al servicio de los demás siendo sacerdotes, religiosos y religiosas pero no tienen medios porque los seminarios, noviciados... son pocos y en la mayor parte de los casos alejados de sus pueblos y aldeas.
Son muchas de esas “vocaciones nativas” que ya están “haciendo misión” en España por falta de vocaciones propias, son unos cuantos los que acaban su formación en nuestro país y vuelven a los suyos a enfrentar una labor difícil e incluso peligrosa. Muchos de ellos mueren en el intento.
Para poder “ayudar a los que ayudan” a cumplir con esa misión que todos admiramos, necesitamos el apoyo de todos, no sólo de nuestros agentes pastorales, sacerdotes, religiosas, catequistas, maestros, padres y niños, de TODOS, incluso de los que tienen dudas sobre la Iglesia, pero creen que nuestros misioneros son lo mejor de ella.
Para los que quieren: dar de comer al hambriento, de beber al sediento, vestir al desnudo… Recuerden que quienes promueven y luchan para que las obras de misericordia sean reales en estos países que no conocen a Jesús, son nuestros sacerdotes, religiosos y religiosas. También que, para que ellos puedan llevar a cabo estas funciones, necesitan de la ayuda de esas vocaciones que aquí nos faltan… AYUDEMOS A LOS QUE AYUDAN , por pequeña, que sea tu colaboración, entre todos podemos aportar nuestro granito de arena. Y, no olvidemos que “La caridad ha de empezar donde mayor sea la necesidad”, y en el tercer mundo la necesidad es mucho mayor que aquí.

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