Después de pasar unos días en nuestra diócesis, salía desde España dirección Marrakech. Llegó el 10 de septiembre. El avión fue en tiempo todo puntual, pero con la mitad de gente que habitualmente viaja. Cuando uno llega a la ciudad de Marrakech da la sensación de que todo va bien. La cuidad marchaba normalmente, también hoy. En la ciudad de Marrakech y sobre todo en la ciudad antigua, en el barrio de El Mellah, uno de los barrios más antiguos, es uno de los más dañados. Se ha derrumbado completamente. Nos decía. Hay incluso algunos grupos de migrante que suelen vivir en esa parte de la cuidad que se han quedado fuera, que se han quedado sin casas, y están durmiendo fuera en los parques o donde les han podido acoger.
