El
día 1 de octubre tenemos el gozo de poder celebrar a Santa Teresita de Lisieux,
patrona de las Misiones. Teresa sentia
en carne propia el dolor de los increyentes. Toda su vida fue un ofrecimiento
al Señor, para que la FE llegara a todos los corazones, por lo cual ella se
ofrecía y entregaba su vida como víctima en alabanza al Señor.
Sin
duda en este octubre misionero del 2012, donde vamos a inagurar el año de la
fe, sería bonito que cada uno nos comprometiéramos con la oración, la entrega
de vida y el trabajo misionero para que la FE, la cercanía de Dios al hombre se
hiciera más próxima a tantas personas que viven al margen del misterio de
Jesús.