“Hogar” es el nombre que recibe en la cultura del Pirineo y en otras partes de Aragón, el fuego en torno al cual la familia se calienta del gélido frío que recorre la montaña y donde se transmiten de una manera oral: tradiciones, leyendas y anécdotas que han formado parte de la historia del pueblo.
Esta evocación apareció de nuevo en mi corazón, durante el tiempo de vida que compartí con mi familia de Zimbabwe, y en el cual volví a disfrutar, a “gozar” del calor del hogar, a sentir que el fuego es un fiel y privilegiado espectador de la vida de una familia ndebele.