“Hoy celebramos la Jornada Mundial de las Misiones”, decía el Santo Padre a los fieles reunidos en la Plaza de San Pedro, “cuyo lema es ‘Para que sean mis testigos’. Es una ocasión importante para despertar en todos los bautizados el deseo de participar en la misión universal de la Iglesia, mediante el testimonio y el anuncio del Evangelio. Animo a todos a apoyar a los misioneros con la oración y la solidaridad concreta, para que puedan continuar su labor de evangelización y promoción humana en todo el mundo”.
Tras esta invitación recordaba que ayer se abría la inscripción para la Jornada Mundial de la Juventud que se celebrará en Lisboa en agosto de 2023, y a la que en ese momento mismo se apuntaba telemáticamente. Invitaba a los jóvenes “a inscribirse en este encuentro en el que, después de un largo período de distancia, redescubriremos la alegría del abrazo fraterno entre pueblos y entre generaciones, que tanto necesitamos”. Y también hacía mención de que el sábado, en Madrid, se beatificó a doce religiosos de la Congregación del Santísimo Redentor, asesinados por odio a la fe en 1936, en España: “Que el ejemplo de estos testigos de Cristo, hasta el derramamiento de sangre, nos estimule a ser coherentes y valientes; que su intercesión sostenga a quienes hoy luchan por sembrar el Evangelio en el mundo”.
Foto tomada de Vaticano News. Sor Gloria Cecilia Narváez y padre Maccalli recibieron el premio “Pauline Jaricot”
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