Los 9 años siguientes
los pasé trabajando en Altamira y en la Transamazónica, en la Prelatura del
Xingu, una Iglesia particular con unos
330.000 Km2. Que diferencia de Rio de Janeiro para el Rio Xingu, metido dentro
de la Selva Amazónica.
Los cuatro años
siguientes trabajé como Vice Rector y acompañante pastoral de 45 Seminaristas
del Seminario Mayor Inter diocesano, de seis diócesis de del Regional Norte II,
de la CNBB. Nuestros seminaristas estudiaban
Filosofía y Teología Instituto Regional de Pastoral,(IPAR), con un semestre dedicado a lo académico y
otro a la Pastoral. Podría parecer un pérdida de tiempo, más en
verdad esta dinámica hacia que los seminaristas no se desarraigasen de su lugar
de origen tuviesen motivaciones para profundizar en lo académico . En la semana
de evaluación que se hacía después de las practicas pastorales, nos confirmaba
que esas prácticas estimulaban a nuestros seminaristas a dedicarse a lo académico con mayor ahínco pues sentían
lo necesario que era el estudio serio para corresponder a las exigencias y
necesidades del pueblo a quien, ya
sacerdotes, deberían servir.
Los diez años siguientes
los pasé trabajando en el Barrio Satélite,
de la Ciudad de Belém de Pará, Puerta de entrada de la Amazonia, en una gran
Parroquia con una Matriz y 33 comunidades, donde tuvimos una intensa pastoral,
reforzada por la rica experiencia de la Santa Misiones Populares (Padre
Mosconi).
En 2007, la Congregación
de los Misioneros de la Preciosa Sangre a que pertenezco, me eligió como uno de
los integrantes del Gobierno General, en Roma,
cuya sede está situada en Viale di Porta Ardeatina, 66, fuera de las murallas, cerca de la Pirámide
Cestia, próxima a la Basílica de S.
Paulo Extra Muros. Allí, ya con 67 años
a cuestas, fui indicado para ser el “Animador de la Formación”, teniendo como
tarea principal visitar a nuestros seminarios, Seminaristas y formadores,
llevándoles ánimo y entusiasmo con mi presencia física, en las visitas a los
seminarios, a las Universidades en donde estudiaban, en los orfanatos y
hospitales en donde hacían las practicas Pastorales, etc. En seis años, visité
21 países en donde está presente la Congregación, en cuatro continentes: Europa:
Europa, Austria, Polonia Croacia, España y Portugal; Asia – India, Bangalore;
África – Tanzania: Dar-es-Salaam, Morogoro y Dodoma; Guiné Bissau; Norte
América: Estados Unidos y Canadá.
Terminando mi mandato
como Consejero General, volví al Brasil, que es mi nueva patria, habiendo sido Naturalizado en 1981 (teniendo pasaporte español y brasileño), quedando desde Septiembre de 2013 hasta
septiembre de 2014, ayudando en la Parroquia de Guadalupe en Belém. Desde
Septiembre de 2014 estoy nuevamente en Altamira, asumiendo la tarea de Párroco
en la Parroquia del Perpetuo Socorro, con una matriz e seis capillas. También
ayudo en la formación de tres novicios, uno que ya es sacerdote y dos que han
terminado la teología
Desde hace varios años
se está construyendo en Belo Monte una Central Hidroeléctrica que inundará las
partes más bajas de Altamira. Las familias que viven en esas áreas están siendo
llevadas para lugares más altos y colocados en casas prefabricadas. Estas
poblaciones representan un nuevo reto
para la pastoral en Altamira.
En el mes de febrero y
marzo, a los domingos estoy cuidando pastoralmente de algunos de los grupos que trabajan en la
Hidroeléctrica de Belo Monte.
En la construcción de la
hidroeléctrica, trabajan aproximadamente 40.000 obreros además de otros de
empresas de trabajo indirecto. Muchos de esos obreros viven en cuartos de tres
o cuatro camas, en campamentos situados en tres lugares diferentes: Uno se
llama Pimental, otro Canales y otro la villa de Belo monte.
P. Lucas Rodríguez
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