Gracias a su ayuda y el de las religiosas que se han entregado a esta labor, se atiende a los niños y niñas huérfanos que tienen acogidos, dándoles un lugar donde poder vivir, comida, cariño, escolarización y cuidados médicos.
Fruto de esas ayudas, más de 60 niños están escolarizados. También gracias a este apoyo, pueden dedicarse al cultivo de la tierra, aunque es muy pobre y sólo tienen medios manuales para trabajarla.
Un accidente grave, en el que un niño perdió la vida, les dejó sin medio de transporte, tan necesario, entre otras cosas, para ir a vender los dulces que elaboran para reunir fondos.
Tampoco cuentan con medios para comprar los abonos que se necesitan en una tierra pobre y sobreexplotada, ni animales que les permitirían cultivar un poco más de terreno, ya que la comida les llega muy escasamente.
Aún así, con todos estos problemas, las hermanas escriben agradeciendo todas las ayudas que reciben para sacar adelante a estos niños que sin ellas posiblemente no tendrían ningún futuro.
Aún así, con todos estos problemas, las hermanas escriben agradeciendo todas las ayudas que reciben para sacar adelante a estos niños que sin ellas posiblemente no tendrían ningún futuro.
