Hemos tenido noticias de Laureano del Otero, misionero de Astorga siempre dispuesto a contarnos sus experiencias en un pais como Albania con mucho trabajo por delante, y él siempre con esa ilusión contagiosa.
Os mostramos parte de su felicitación de Pascua....
"... También yo os felicito la Pascua, que de nuevo será extraña, diferente y única. Cierto, la experiencia pascual anual es siempre única, pero este año la podemos celebrar (el pasado fue a puerta cerrada) y además sabemos los desafíos a los que nos enfrenta la fe, pues el confinamiento ha puesto a prueba la verdad de nuestra adhesión de amor a Jesús.
Creo que la Misión de la Iglesia sale reforzada de este 'triduo pascual' de más de un año, sometidos a las pruebas que purifican y renuevan nuestro querer y creer en el Evangelio. Y de nuevo será primavera, Pascua.
Desde el Miércoles de Ceniza me encuentro en un nuevo puesto de Misión, siempre en Albania pero ahora en el sur del país. Ahora soy misionero itinerante, para la atención de pequeñas comunidades de católicos. Son comunidades compuestas por conversos, iglesias que han nacido hace 25 años y en las que los misioneros (sobre todo religiosas, con su presencia discreta y amorosa) han hecho un trabajo - hacen un trabajo evangelizador muy difícil: anunciar a Jesús y crear la Iglesia donde no había nada. Me encuentro en Gjirokastër, que es la ciudad natal del dictador de la Albania ateísta que desterró todas las religiones y eliminó a Dios de la existencia de este país. Es muy simbólico este lugar, y es un gran desafío alentar a los católicos que hay (16 más o menos) y buscar formas nuevas de hacer llegar el Evangelio a quienes nada saben de Cristo.
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