19 feb 2013

Francisco Javier Cabezas, Misionero en Filipinas

Maqueta del Proyecto

Fr. Javier  Cabezas nos cuenta su vida en la misión, su hermano Benito, también es misionero en Brasil. En nuestra diócesis este caso de varios hermanos misioneros no es único. Las vocaciones misioneras en nuestra diócesis vienen de antiguo, hoy permanecen en territorio de misión 450 religiosos, religiosas y sacerdotes en diferentes lugares del mundo.
Mi nombre es Francisco Javier Cabezas Fernández. Nací en Sueros de Cepeda y soy Terciario Capuchino. Estoy en Filipinas por la gracia de Dios desde 1986 aunque hice un paréntesis de unos años en los que  estuve en los EE.UU.
Actualmente vivo y trabajo en la isla que se llama Negros en la capital de "Negros Occidental, que se llama Bacolod, y en un barrio de nombre CABUG, que significa "murciélago" en el dialecto local: hiligaynon.
Este barrio, si bien pertenece a la ciudad de Bacolod, está a 10 km. y es zona rural.
Tiene un area de 895 hectáreas y en 2010 la población era de 6.495 personas, y 1.680 familias. Actualmente la población es, sin duda alguna algo mayor, porque hace 2 años se construyeron casas para familias "desplazadas" de otras municipalidades, son unas 30 familias que ya "tienen su casita decente" en un lugar agradable. Pobres pero con dignidad... gracias a la Iglesia Católica y a la donación de una dama estadounidense.
La isla de Negros produce el 50% de azúcar de este país, especialmente Negros Occidental donde vivo. Esta isla esta divida en dos: Negros Occidental y Negros Oriental.
Usando "Google.maps" ustedes pueden ver todo esto sin problema, incluyendo el barrio "Cabug" al SUR de Bacolod City.
Aquí todo son plantaciones de azúcar (haciendas), cuyos dueños son unas pocas familias, de las cuales ninguna vive aquí.
Los que trabajan en las haciendas llevan una vida de autentica miseria. También hay familias normalizadas: algunos trabajan para el gobierno, hay bastantes maestros/as, y algunas familias que tienen el padre trabajando en otro país, o son marineros. Estas familias son las que viven un poco mejor, y sus casas son parecidas a las de España. La gran mayoría de las familias son pobres, y muchas viven (según nuestro criterio) en la miseria.
En relación a la jurisdicción eclesiástica, este barrio pertenece a la Parroquia de San Juan Nepomuceno, fundada por los españoles al final del siglo 19. Cabug esta a 4 km. de la Iglesia Parroquial.
Yo pedi permiso al Sr. Obispo: Vicente Navarra para venir aquí. Y en Junio del año pasado me dijo: "vaya pues y empiece a trabajar". Él no cree que puedo "sobrevivir" en este barrio porque es muy pobre... pero también sabe que los misioneros tenemos más apoyo y "libertad" para soñar y trabajar sin miedo a las dificultades... 
En este barrio: Cabug, durante 30 años, la misma gente ha ido construyendo una capilla que no está mal, si bien no terminada todavía. Ya celebro Misa diaria todos los días, a las 6:00 AM, con la asistencia de las nuestras hermanas, monjas, Terciarias Capuchinas que llevan un centro para rehabilitación de niñas y jóvenes que han sido sexualmente abusadas.
También hemos iniciado el rezo de Laudes integrados en la Misa, y la gente ya se ha adaptado bastante bien. Creo que somos la única comunidad que lo hace en esta Diócesis de Bacolod: Misa con Laudes integrados. Los Domingos celebro dos Misas y  también los demás sacramentos, sobre todo bautismos y bodas, entierros, etc.

La capilla no está muy bien,  el techo está deteriorado. Ahora buscamos ayudas para restaurarla y si fuera posible para hacer una construcción humilde en el terreno aledaño. Yo resido en casa de unos amigos en la ciudad, y cada día viajo al barrio Cabug, ya llevo 7 meses así, y deseo poder vivir en Cabug porque el "pastor tiene que estar con su rebaño" y conocer a sus ovejas... al estilo de Jesús. Por eso, lo más importante es que podamos terminar al menos un cuarto para poder pasar a vivir ahí.

También querríamos agrandar la cocina para dar de comer a los niños pobres y habilitar un tejado para que coman a cubierto y poder hacer reuniones y dar las catequesis. Estamos a falta de sacristía, comedor, cocina, lavadero, oficina parroquial… Pero no perdemos la esperanza hemos comenzado la construcción con pequeñas donaciones, pero el coste total de este proyecto es de 75.000 dólares americanos, es decir: cosa grande, aún así no dejaremos de trabajar y rezar al Señor para que sigan apareciendo almas caritativas.

Fr. Fco. Javier Cabezas Fernández, TC.

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