Ella misma describe su Misión
como bonita aunque delicada, echa en falta la Navidad que, con la revolución,
en Cuba no se celebra en los últimos
cincuenta años. De hecho la gran mayoría de la población con menos de esa edad
prácticamente no sabe ni lo que es esta celebración tan importante para los
cristianos. Las nuevas generaciones han crecido sin saber quien es Dios.
El ateismo es generalizado y hablar de Dios es totalmente inusual, aunque recurran a los religiosos para que cuiden de sus enfermos. Aún así la Hna. Bonifacia no pierde la fe, ha celebrado la Navidad con los poquitos cristianos que quedan, a los que describe como muy trabajadores y fervientes.
El ateismo es generalizado y hablar de Dios es totalmente inusual, aunque recurran a los religiosos para que cuiden de sus enfermos. Aún así la Hna. Bonifacia no pierde la fe, ha celebrado la Navidad con los poquitos cristianos que quedan, a los que describe como muy trabajadores y fervientes.
Nos cuenta que este año recién
terminado, celebraron con su Santidad el
Papa Benedicto, los cuatrocientos años
del hallazgo de la imagen de la Virgen de la Caridad, a la que profesan un gran amor, y dice “son puertas que se
abren, espacios que hablan, ocasiones propicias que Dios nos regala”.
Hoy vamos a pedir a aquellos que
lean estas líneas que recuerden con su oración a Cuba, que el Señor ayude a
poner los medios para que los cubanos vuelvan a conocer a Dios y a amarle.
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