OMPRESS-MADRID (2-10-14) Un par de semanas antes de que el Hermano de San Juan de Dios, el misionero Manuel García Viejo, llegara enfermo de Ébola a Madrid, donde fallecería unos días después, escribió preocupado la siguiente carta, casi premonitoria, a la delegación de misiones de Madrid:La muerte de seis enfermeras en situaciones extrañas, una en el hospital y otras en sus pueblos, ha sido la causa que ha llevado a las autoridades sanitarias a tomar esta decisión. El día 7 de septiembre termina la cuarentena, y paulatinamente iremos reabriendo el hospital, con todas las medidas de seguridad de que disponemos. No queremos que suceda lo que pasó en Monrovia. No se puede bajar la guardia porque el Ébola mata y los errores se pagan, muchas veces, con la vida. Nosotros estamos bien, tranquilos, sin miedo, pero con mucho respeto a este letal virus. Un abrazo”.
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