manifestado a través de mis pobres servicios en favor de los más necesitados, como las
tribus nómadas de Papua Nueva Guinea, los campesinos rivereños de la Amazonía
Peruana, los niños de las escuelitas populares, las mujeres que hemos capacitado en
nuestros CEPROS, los enfermos, los ancianos etc.
He podido constatar, como el Señor se ha servido de la gente sencilla y pobre, para hacer maravillas con sus mismos hermanos.
Ellos son los mejores e incansables misioneros de nuestras familias y de las comunidades más alejadas del centro parroquial. Sin ellos y ellas, hubiera sido imposible cumplir el mandato de Jesús: sean mis testigos, lleven mi Evangelio a todos los hombres... Yo estaré siempre con Uds.
P. Francisco Codesal.OSA