Este sábado 21 de julio, se ha celebrado en
Hospital de Órbigo una nueva edición de la Jornada del Misionero Diocesano de
la diócesis de Astorga. Alrededor de ochenta personas se dieron cita en el
salón de las escuelas para homenajear a los misioneros que pudieron acudir a la
reunión.
El día comenzó con un café con dulces y la presentación de las personas que
estábamos allí reunidas.
A continuación el P. José Luis Pinilla, jesuita,
secretario de la Comisión Episcopal de Emigraciones – CEE, en su conferencia habló
de la situación y dificultades que encuentran los emigrantes al llegar a España
así como propuestas pastorales de la Iglesia española en el trabajo con los
emigrantes. Nos habló de cómo las misiones católicas en Europa que atendían a
los emigrantes españoles se han convertido en misiones que atienden a los
católicos de habla hispana de América, son lugares de referencia y acogida,
renovando sus servicios y estructuras, sin contar con el gran número de
emigrantes españoles y nacionalizados que salen de España al resto de Europa
por la crisis. La Iglesia les acompaña, son misiones que facilitan al emigrante
en su acogida y acompañamiento y les facilitan un lugar donde pueda expresar su
fe. Destacó el hecho de que muchos de nuestros misioneros conocen de primera
mano como son los emigrantes que llegan a nuestro país ya que proceden de
países en los que prestan sus servicios. En su conferencia el P. Pinilla quiso enmarcar el trabajo y la dimensión
pastoral que la Iglesia hace con los emigrantes (en España llegan ya a casi
seis millones actualmente), a la que se suma la dimensión socio – caritativa
que todos conocemos. El emigrante sabe que cuando llama a la puerta de una
parroquia va a tener una respuesta positiva a sus peticiones de ayuda. Pero el
emigrante también quiere implicarse en la misión evangelizadora de la Iglesia,
quiere entrar y encontrarse acogido, recogido y valorado como persona y en eso nosotros
tenemos mucho que hacer y aprender sobre
la solidaridad y la apertura hacia los extranjeros.
Más tarde se celebró la Eucaristía presidida por
Monseñor Camilo Lorenzo quien en su homilía destacó que vivimos una época de
descristianización galopante y que muchos bautizados viven totalmente al margen
de lo que la fe en Jesucristo pide a cada persona, por lo que también necesitaríamos en muchas
ocasiones un primer anuncio del evangelio. Destacó el hecho de que los
misioneros llevan en su mente y en su corazón el deseo de ofrecer el mensaje
evangélico con fidelidad y sin ocultar nada de lo esencial sin reservar para sí
ni bienes, ni tiempo entregándose al servicio de todos y sobre todo de los más
pobres y superando todas las dificultades para entregarse al servicio de todos,
por lo que les agradeció su generosidad
y entrega.
A continuación en el mismo salón de las escuelas se
ofreció a los asistentes una estupenda paella elaborada por las mujeres del
pueblo a las que desde estas páginas agradecemos su esfuerzo, así como al
alcalde por ceder las instalaciones municipales y al resto de colaboradores de
la parroquia, al coro y a su párroco D.
Manuel por su trabajo y trato exquisito durante toda la jornada.
Después de la comida los misioneros que nos
acompañaron tanto de la diócesis como extranjeros, así como laicos, nos
contaron sus experiencias misioneras, y
tras estas intervenciones se dio por terminada la jornada por este año,
invitando a los asistentes a la próxima convocatoria que seguramente se realice
en Bembibre.
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