Por el último número de
la revista diocesana Día 7 hemos sabido que una amiga regresa a su país después
de diez años trabajando y “haciendo misión” en nuestra diócesis.
La hermana Miryan
Rodríguez pertenece a la congregación de las Hermanas Misioneras Catequistas.
Nació en Colombia, y allí regresa a la “casa
madre” como Vicaria de la congregación y
por si fuera poco, también como maestra formadora de pre – novicias.
En O Barco van a
notar su ausencia ya que es una trabajadora incansable, ha dirigido la librería
diocesana – que ahora quedará a cargo de otra hermana - , trabajaba con Cáritas
y la Delegación de Misiones, en la parroquia, en la catequesis, en el despacho parroquial…
Dice la H. Miryan que le costó adaptarse un
poquito a nuestro país porque las costumbres son diferentes… pero desde aquí le
decimos que lo hizo muy bien. La H. Miryan es una mujer cariñosa, alegre y muy
cercana. Los jóvenes van a sentir su marcha, la hemos visto “en acción” con
ellos y sabe ser una amiga. Queremos dar
las gracias desde aquí a la H. Miryan y desearle muchísima suerte en sus nuevas
tareas. No la olvidaremos.
A la izquierda de la foto la H. Miryan en una de las jornadas del misionero celebrada en O Barco.
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